El valle de las flores

La narradora es una joven que está preparando su viaje a Copenhague para iniciar sus estudios universitarios. Inteligente, lúcida y un poco escéptica, la irritan los comportamientos de cortesía y los comentarios románticos y superficiales que encuentra en Facebook, por lo cual es percibida (y se percibe) como una persona irritable, incómoda. La integración con sus compañeros de estudios daneses es difícil e incómoda; y encuentra una excusa para una escapada, para acompañar a su novia, que está muy herida por el repentino suicidio de una prima muy querida. El tema del suicidio rondará toda la novela. El traslado a la casa paterna de su novia, en el oriente de Groenlandia, la llevará a conocer un ámbito imponente y magnífico, con sus grandes montañas nevadas y los colores cambiantes a lo largo del día; y encuentra su propio lugar en un punto denominado el valle de las flores. "A muchos kilómetros de distancia se levanta un muro de montes afilados que no había visto antes. Cuanto más lejos están más imprecisos parecen. Aún brilla el sol en las cumbres. En lo alto la nieve es de un rosa intenso. Empiezo a tragar saliva de una forma incontrolable y me arde la garganta. Creía haberlo visto todo pero hasta ahora no era verdad". Una muy buena novela, dura y cortante como el hielo ártico, que gira en torno al joie de vivre y la aceptación de sí mismo. O su ausencia. La autora nació en 1990 en Nuuk, capital de Groenlandia, ubicada en su parte más occidental, frente a las costas de Canadá.