La lluvia indecisa

El pueblo se ve sometido a un fenómeno climático desconocido: una lluvia tenue, de gotas tan pequeñas y livianas, que quedan flotando en el aire, y no caen al suelo; sus pobladores andan mojados en medio de la sequía. Algunos suponen que es una maldición, o un mensaje divino cuyo significado deben desentrañar, otros que es culpa de la fábrica. En ese contexto acompañamos la vida de una familia: niño grande, padre, madre, abuelo; los hermanos mayores del niño se han ido a la ciudad; y la abuela, fallecida, pero siempre presente. La novela se desarrolla principalmente a través de los diálogos, que de manera similar a la ya leída Venenos de Dios, remedios del diablo, están muy cargados con un lenguaje ambiguo, metafórico, y lleno de retruécanos ingeniosos. Y mientras que este lenguaje haya sido utilizado en la otra novela Se usan para ocultar ciertas verdades, en ésta no parece ser más que un entretenido juego de palabras, detrás del cual no se esconde nada. Aunque hay cosas que se mantienen ocultas para el niño: la vida es muy compleja para que un niño la comprenda. Una novela corta, buena.