Las primas

La novela es contada, como si fueran entradas de un libro diario, por Yuna a lo largo de varios años, desde su infancia a su adultez. La historia transcurre en la ciudad de La Plata, construida por los racionalistas de fines del siglo XIX para ser la nueva capital de la Provincia de Buenos Aires (al modo de Brasilia, varias décadas después). Yuna nos va describiendo, con hechos y anécdotas, a su familia de clase media baja, en la que parece haber una alta frecuencia de personajes anormales, y ubicada en un período histórico impreciso del siglo XX. Su condición de deficiente mental, tal vez autista (o con una condición del espectro autista), sumado al período en que está ambientada la historia, le permite narrar los hechos con una inocencia brutal, utilizando un lenguaje que haría morir de espanto a los defensores de la corrección política. Y este lenguaje también le permite a Yuna (y a la autora) describir con detalle cuestiones crueles, sórdidas y atroces, recargadas con todos los prejuicios de época que lo acompañan. Yuna tiene un talento para la pintura, que podría permitirle una elevación por encima de ese mundo envilecido; cuenta para ello con la ayuda de un período propicio, lleno de equívocos y ambigüedades en la valoración del arte llamado moderno, que trata de construir sus propios parámetros de belleza y de sentido del arte, con momentos en que muchos críticos, por temor a quedar desairados por sus colegas, no dudan en alabar El traje nuevo del emperador. La historia es buena, está muy bien construida, y la autora hace gala de un humor inteligente e irónico (por momentos macabro); aunque en mi opinión se excedió en los permisos que le daba la palabra inimputable de Yuna, para incluir algunos grotescos tal vez innecesarios. Debo reconocer que uno de ellos, el episodio del velorio de la abuela me hizo mucha gracia, y de la misma manera debo reconocer, en ese sentido, que gustos son gustos. Me queda el interrogante sobre los motivos que llevaron a Venturini a hacer su debut en la narrativa, a los 85 años, con una novela de estas características. Conociendo su amistad con Eva Perón, se me ocurre asociarlo con un episodio narrado en La novela de Perón, en el que su amiga descubre y rescata a un grupo de “monstruos” humanos que viven al fondo de una calle cortada (cul de sac). Una buena novela, que leí con mucho sufrimiento. No creo que vuela a leer otra obra de la autora.